Resumen
La crisis Covid-19 ha puesto en valor el papel de la vivienda, incluso se apunta a un cambio de paradigma, ubicando en el centro del
diseño al usuario, atendiendo principalmente a sus necesidades y requerimientos, para conseguir que las viviendas contribuyan a mejorar
nuestro bienestar emocional.
Sin embargo, y a pesar de las evidencias científicas sobre la influencia emocional de los espacios, los esfuerzos realizados hasta el
momento sobre la capacidad curativa de los mismos se han centrado exclusivamente en el ámbito sanitario. Los escasos estudios
realizados durante la pandemia sobre los espacios habitables evidencian la insatisfacción de los ciudadanos con sus residencias
habituales, pero no profundizan en las posibles intervenciones de diseño. La falta de este análisis quizás se deba a la complejidad de su
medición puesto que requiere interrelacionar áreas de conocimiento distintas (psicología, arquitectura).
En este sentido, la finalidad del presente proyecto es desarrollar una metodología, basada en medición neuropsicofisiológica, capaz de
analizar la relación entre los atributos de diseño de la vivienda y el estado emocional del usuario, con el fin de determinar los parámetros
claves que debe seguir el diseño de los espacios habitables para potenciar el bienestar emocional de sus usuarios.
Esto será posible gracias a la combinación de la Realidad Virtual que permite la posibilidad de la virtualización del espacio a evaluar, la
Neurociencia y la Ingeniería Kansei, que permitirán analizar la respuesta neuropsicofisiológica del ser humano debido a la experiencia del
espacio, estableciendo la relación entre los parámetros del espacio definido y la respuesta del individuo.
A partir de la medición neurofisiológica se obtendrá una aproximación a una métrica capaz de evaluar a tiempo real el impacto emocional
de los espacios arquitectónicos en el ser humano. Estos resultados permitirán generar nuevos índices cognitivo-emocionales más
efectivos. Además, se avanzará en la comprensión del efecto que el propio espacio arquitectónico tiene en el ser humano. Esto permitirá
diseñar espacios arquitectónicos orientados al usuario a nivel emocional, consiguiendo una arquitectura más humana y eficiente,
redundando en una mejora de la calidad de vida de las personas.