Abstract
Los medios de comunicación han supuesto uno de los escenarios culturales más importantes del último siglo, convirtiéndose en el laboratorio de ideas de un gran número de arquitectos y artistas. Muchos de los proyectos más famosos no tuvieron cliente ni emplazamiento concreto; su existencia surgió con la excusa de ser exhibidos y su única supervivencia tangible reside en la documentación gráfica y fotográfica de la época. El presente artículo centra su atención en el caso concreto de Mies van der Rohe y analiza dos de sus métodos de expresión gráfica utilizados durante de su etapa alemana: los fotomontajes, propios de sus arquitecturas de papel presentadas en los concursos, y la técnica del papel pintado, utilizada en algunas de sus exposiciones. Estas arquitecturas dibujadas, creadas para contextos teóricos o temporales, fueron las que dieron a Mies el impulso necesario para convertirlo en uno de los arquitectos más relevantes del siglo XX.