Abstract
La ordenación del territorio en áreas turísticas sigue frecuentemente
las mismas estrategias de desarrollo espacial que las periferias urbanas.
Sus definiciones iniciales y descripciones territoriales presentan claros
paralelismos. Sin embargo, no resulta claro que esta importante actividad
económica deba seguir ordenándose según una normativa meramente
residencial, que no reconoce sus peculiaridades. Este trabajo, pretende
valorizar la necesidad de un tratamiento de las periferias turísticas, centrado
en términos de la calidad ambiental como clave del mantenimiento
de la competitividad y dinamismo de los espacios litorales.