Abstract
El concepto de lo efímero es muy amplio. Lo relacionamos con lo breve, lo perecedero, lo fugaz. Pero no siempre es así. Lo temporal puede estar asociado, en ocasiones, a la permanencia, a lo estable, a la transformación, a la variedad. Aplicado a la arquitectura, esta puede resultar dinámica, variable, flexible y, si lo extendemos a la arquitectura que figura en el medio cinematográfico,
apreciamos la existencia de decorados arquitectónicos en los cuales lo temporal permite diferenciarlos. Decorados que se construyen para desaparecer, si bien algunos de ellos se resisten a hacerlo al ser reutilizados una y otra vez; y otros lo hacen dejando una estela de reacciones que permiten que su fugacidad
no sea en vano. Este texto estudia esa diferencia, con lo efímero como protagonista, no solo a través de sus arquitecturas, sino también
del espacio, como elemento envolvente que configura la realidad cinematográfica.