Abstract
El texto ilustra los criterios y la realización de la restauración de un humilde edificio tradicional, ubicado en la aldea de Sesga en el municipio de Ademuz (Valencia, España). Se trata de un edificio multifuncional, con horno para el pan en la planta baja y escuela y barbería en la planta superior, un caso particular en el cual tanto el contenedor como el contenido permanecían extraordinariamente inalterados. El artículo propone una reflexión sobre la dificultad intrínseca en la restauración de la arquitectura rural y, al mismo tiempo, trata del riesgo potencial de desnaturalizar este tipo de edificios a través de una musealización propiamente dicha. Se presentan además las soluciones constructivas y arquitectónicas puestas en obra para minimizar la vulnerabilidad del edificio y dejar que la restauración fuera lo menos evidente posible.
