Abstract
El crecimiento de la actividad turística en forma de turismo de masas, en la isla de Lanzarote, ha tenido una serie de efectos sobre variables fundamentales con fuerte vinculación a esta actividad. Los procesos demográficos que impulsa y las posibilidades de acceso a bienes escasos, como el agua y la energía eléctrica, se han puesto aquí en relación con las variaciones de la oferta y la demanda turística, que ha venido experimentando la isla desde 1970, cuando aún no había acogido un turismo masivo, hasta la actualidad. Dichas variaciones son contextualizadas, para ser explicadas, dentro del marco de las diferentes políticas urbanísticas que acontecen, expresadas en la ordenación del territorio. La finalidad es abordar una cuestión fundamental: ¿es positivo el modelo de crecimiento seguido, en términos de bienestar y sostenibilidad?. Los análisis no arrojan conclusiones optimistas.