Abstract
El conjunto edificado de hormigón armado de Lorca proyectado según NCSE-02 mostró un comportamiento general satisfactorio frente al terremoto de 2011, ya que se produjeron pocos colapsos globales frente a un evento de aceleración máxima más de tres veces mayor que la de proyecto. Sin embargo, se demuestra mediante la aplicación de un método analítico de evaluación de la vulnerabilidad a gran escala, FAST que el elevado coeficiente de seguridad global de estos edificios se debe no tanto a las mejoras de NCSE‐02 respecto de anteriores normas sino a la presencia de tabiquería de fábrica, incluso cuando ésta se reduce en planta baja. Por otra parte, los pocos daños estructurales observados corresponden a mecanismos frágiles, contraindicados por las normas de referencia internacional. Se demuestra que ciertas prescripciones de NCSE‐02 no son eficaces para la prevención de dichos daños, debido a su permisividad, ausencia, indefinición cuantitativa o errónea metodología. Asimismo, el coeficiente de seguridad global proporcionado por NCSE‐02 se estima inferior al de otras normas sobre todo para vigas de canto, puesto que en vigas planas algunas debilidades normativas se compensan con la adopción de coeficiente de ductilidad reducido, lo que se demuestra que carece de fundamento mecánico si se limita la deformabilidad lateral. Por último, se estudian las posibles deficiencias causadas por la ausencia de normativa específica para la intervención post‐sismo basada en el desempeño.
