Abstract
Los sistemas de iluminación deben tener un adecuado mantenimiento para asegurar la calidad y cantidad de iluminación prevista, por razones estéticas y de seguridad. Por otro lado, los componentes de las instalaciones tienen una vida limitada y alguna vez deberán ser sustituidos. Factores como cambios en el funcionamiento de las lámparas, la suciedad que se va depositando en las luminarias, sobre las ventanas y superficies que forman la salas unido esto a la disminución de flujo luminoso que experimentan las lámparas a lo largo de su vida, hace que el nivel inicial de iluminación descienda sensiblemente. En este artículo se muestra las características que inciden del mantenimiento sobre las instalaciones de iluminación y el efecto sobre la eficiencia energética.