Abstract
Cuando
hablamos
de
animación,
probablemente
mucha
gente
recuerda
inmediatamente
alguna
imagen
de
la
gran
producción
de
los
estudios
Disney.
Sin
embargo,
la
animación
es
un
arte
que
empezó
como
un
mero
truco
visual.
Arte
que
ha
ido
transformándose
y
adaptándose
a
cada
momento
de
la
historia.
La
investigación
técnica
en
este
campo
ha
evolucionado
de
tal
forma
que,
hoy
en
día,
resulta
difícil
distinguir
una
imagen
virtual,
digital
y
animada,
de
una
imagen
real.
Desde
el
principio,
las
películas
de
animación
han
tratado
de
imitar
la
realidad.
Y
las
películas
de
ficción
han
utilizado
la
animación
para
recrear
efectos,
situaciones
o
personajes
de
fantasía
que
necesitaban
parecer
creíbles.
De
este
modo,
se
conseguía
acercar
las
imágenes,
a
la
realidad
que
el
espectador
deseaba
encontrar.
La
animación
es
un
arte
capaz
de
transformarse
y
adaptarse
para
poder
cubrir
las
necesidades
expresivas
de
cualquier
artista.
Podríamos
remontarnos
a
la
edad
de
piedra,
cuando
nuestros
antepasados
dibujaban
en
las
cavernas
escenas
de
caza
con
jabalíes
de
ocho
patas
imitando
la
realidad,
intentando
plasmar
la
velocidad
del
animal
al
correr.
Avanzando
en
el
tiempo,
podemos
observar
ejemplos
de
mimesis
de
la
realidad
en
todas
las
películas
figurativas
desde
los
comienzos
del
cine.
El
ser
humano
trata
de
imitar
lo
que
ve
y
la
animación
es
el
arte
perfecto
para
conseguir
dotar
de
Ánima
todo
aquello
material
o
virtual
que
carezca
de
esta.
En
las
tres
últimas
décadas,
la
animación
CG1
ha
transformado
el
panorama
visual
a
nivel
mundial
y
es
en
estos
años
donde
vamos
a
centrar
nuestra
investigación.
Veremos
cómo
los
avances
en
la
tecnología
han
sido
determinantes
en
los
cambios
que
se
han
producido
dentro
del
arte
de
la
animación.