Resumen
La presente propuesta Explora Tecnología va encaminada a conseguir la preparación de una película de grafeno sobre materiales plásticos. El
procedimiento de preparación por deposición química en fase de vapor requiere temperaturas elevadas (1500 oC) y se lleva a cabo sobre superficies de
metales tales como cobre y níquel. Tras la preparación de la monocapa de grafeno sobre el metal, Sansumg ha patentado un procedimiento consistente
en la transferencia de la lámina de grafeno a otra superficie. Este proceso es entre los más costosos, puesto que el proceso de CVD es caro y hay que
añadir un sobrecoste. Por consiguiente, aunque se espera que los materiales plásticos sean baratos, este no es el caso para plásticos con grafenos.
Hasta el presente no se ha descrito la preparación directa de películas de grafeno directamente sobre plásticos. El proyecto pretende combinar el
tratamiento químico con formas de calentamiento no convencional. En caso de ser exitoso, este proceso permitiría el acceso a plásticos avanzados con
un mercado potencial enorme por sus aplicaciones conductoras y transparencia que van desde aplicaciones en aeronáutica hasta celdas solares.
El presente proyecto Explora tendría un impacto económico muy grande al conseguir la preparación de materiales plásticos recubiertos con una
superficie de grafeno. Las nuevas propiedades de estos materiales derivarían de la funcionalidad, transparencia y demás propiedades del grafeno. Así
estos materiales plásticos serían conductores eléctricos por su superficie y aislantes en su interior. Tendrían propiedades antielectricidad estática y
protector de campos electromagnéticos y radiaciones.
Entre las muchas aplicaciones que la conductividad eléctrica superficial y la protección frente a la electricidad estática podría permitir y que ahora no es
posible es el empleo de plásticos en aeronáutica para la construcción de carrocerías de aviones. La industria europea está persiguiento la preparación
de este tipo de plásticos que harían posible que los pasajeros de los aviones estuvieran protegidos contra descargas eléctricas durante el vuelo y que
no se generara electricidad estática por rozamiento con el aire. El empleo de este tipo de plásticos ligeros y conductores significaría un ahorro en la
construcción de la aeronave y en el consumo de combustible durante el vuelo que se estima en entre 10 y 50 por km dependiendo del peso de la
disminución del peso. Los plásticos conductores tendrían igualmente aplicación en construcción simplificando instalaciones eléctricas domésticas en
puntos de bajo consumo y en ventanas con electrocromismo, entre otras. Es de suponer que el proceso que se consiguiera para plásticos se prodría
adaptar igualmente a otras superficies que tampoco resisten las temperaturas elevadas de pirólisis y que también puedan presentar inercia química
como maderas y textiles.