Resumen
El banco de germoplasma del Instituto de Conservación y Mejora de la Agrodiversidad Valenciana (COMAV) conserva una extensa colección de cultivos
de cucurbitáceas (melón, calabaza, pepino, sandía ¿.) de más de 2000 entradas procedentes de distintas regiones españolas y de otros países. Esta
colección se ha formado gracias a las expediciones de recolección efectuadas principalmente durante las décadas de 1980 y 1990 del pasado siglo.
Estas expediciones se realizaron junto con el banco de germoplasma BAGERIM de la Región de Murcia y el banco del CSIC¿La Mayora, de Málaga.
Además, en el marco de varios proyectos de Actividades Permanentes de Recursos Fitogenéticos financiados por el INIA, se ha seguido colaborando
con ellos y con el banco de especies hortícolas del CITA de la comunidad de Aragón (Zaragoza). Estas colecciones, que en su conjunto suponen otras
2000 entradas, están aún por explotar en gran medida y suponen un reservorio de biodiversidad único para contribuir a la transformación del sector
agroalimentario en un escenario más adaptado al cambio climático.
La progresiva desertificación y salinización de tierras de cultivo y acuíferos es uno de los efectos del cambio climático. En este contexto, el ahorro de
agua es un objetivo prioritario en agricultura al permitir reducir no sólo los costes de producción y el impacto ambiental que tiene esta actividad, sino
también ampliar los cultivos a zonas marginales con escasez de agua o con recursos hídricos de mala calidad. La tolerancia al déficit hídrico y a la
salinización puede evaluarse en ensayos de campo. Esta actividad resulta muy costosa cuando se trabaja con gran cantidad de materiales y grandes
extensiones de cultivo. El empleo de estrategias de cultivo in vitro y de análisis de imagen de raíz permiten acelerar este proceso. Así mismo, el empleo
de drones para la monitorización de la respuesta a la sequía, salinidad y sanidad de los cultivos es una estrategia que está empezando a aplicarse en
distintos cultivos, aunque su empleo en cucurbitáceas no está todavía documentado.
En este proyecto proponemos utilizar la biodiversidad existente en la familia de las Cucurbitáceas para, mediante la coordinación de actividades con
3 de las comunidades participantes en el Plan Complementario, la Comunidad Valenciana, Aragón y la Región de Murcia, para conseguir aprovechar
su resiliencia frente a la escasez hídrica y a la salinización, un potencial efecto del cambio climático, y potenciar su uso en agricultura de bajos
insumos y con menor impacto ambiental. Esta selección se llevará a cabo introduciendo tecnologías de vanguardia que mejoren la digitalización del
cultivo de las especies de esta familia, como drones como plataformas aéreas de adquisición de datos con sensores y análisis digital de los sistemas
radiculares, participándose en la captación de talento para la transición digital. Se participará activamente en actividades de difusión de los avances
logrados con jornadas y charlas, pero también con demostraciones y difusión de las variedades y el conocimiento generado asociado a las mismas
para propiciar su utilización.
