Desarrollo de materiales híbridos en especies hortícolas

Actualmente, la mayor parte de variedades hortícolas son híbridos F1, los cuales se obtienen del cruzamiento de parejas de líneas parentales genéticamente fijadas (homocigosis cercana al 100%).

Esta fijación genética es imprescindible para que los híbridos sean muy uniformes al cruzar los dos parentales. Por este motivo, la obtención de híbridos comerciales requiere el desarrollo previo de líneas parentales (en realidad amplias colecciones de líneas o estirpes) en un proceso que puede llevar varias generaciones de fijación genética y selección.

La selección de líneas parentales implica rasgos como resistencias a patógenos, características deseadas de fruto y estructura de la plantas, etc. De este modo, cuando se crucen dos parentales, las características diferenciales de ambos confluirán en el híbrido (e.g. resistencias a enfermedades procedentes de uno y otro).

A su vez, durante el proceso de obtención es posible genotipar con marcadores moleculares estas estirpes con el fin de ir conociendo las relaciones entre ellas y su grado de similaridad/distancia genética. Este criterio también es útil de cara a planificar híbridos pues eligiendo las parejas genéticamente más alejadas aumentan las probabilidades de obtener híbridos vigoros en términos de producción, tamaño de fruto y precocidad, caracteres imprescindibles en el sector productivo.

En todas estas actividades, el COMAV posee una contrastada experiencia, desde la evaluación, caracterización y selección de líneas parentales hasta la obtención de híbridos competitivos, especialmente en solanáceas hortícolas.